Somos hijos del sol
y amantes de la luna.
Y como espuma de mar,
fugaces sueños efímeros.
Pero en este poco tiempo,
pequeños dioses que caminan
en manos de la caprichosa fortuna.
Con sus pasiones y emociones,
con sus amores y canciones.
Y mientras tanto la tierra y la luna,
siguen dando vueltas sin parar.
Dos amantes que nunca se van a juntar.
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